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La vida acontecerá.

La vida acontecerá dicen muchos llenándose la boca de palabras que creen suyas, o peor aun de palabras que pretenden creer suyas. La vida no acontecerá, la vida hay que acontecerla, that’s it folks. Cuando llegue llegará, el que? no lo se, lo sabrás cuando llegue, cuan vacía puede ser la sabiduría popular, cuan necio puede ser el que espera que el destino le traiga la felicidad en bandeja de plata, cortadita y lista para saborear. La vida igual que la noche, no se espera, se lanza a por ella, a por lo nuevo, a por lo antinótono, a por lo distinto de una respuesta escupida en la cara antes que lo indulgente de mi rincón conocido. No quiero lo mismo, quiero lo distinto, de hecho quiero lo muy distinto, shout it out loud, mas y mas alto. Quiero conocer y que me intuyan conocido, vislumbrar el asombro. No, la vida no se vive, se rompe a hachazos y sangre en la cara, como la noche. Por eso me encanta ampliar el mapa, hacerlo más grande explorando personas, explorando miedos y vergüenzas y tocarles el nervio para ver la expresión en la cara de asombro. Vivir al margen de la línea, la línea de hecho es aburrida, me gusta más la aleatoriedad, la belleza de un algoritmo perfecto y aleatorio a ojos ajenos, imprevisible e improbable, orden bajo el caos. Como la noche, como los animales, como esta parrafada de mierda, como el nudo sudoroso que se te agarra al estomago cuando hablas con una chica desconocida en la discoteca, como un chute de adrenalina cada vez mas vacuo, adictivo y letal, como el estúpido simio que solo piensa en acelerar su ferrari rojo descapotable mientras sabe que se va a estampar, y aun y sabiéndolo apreta el nitro solo por notar el aire en la cara mientras cierra los ojos y oye el ruido a su alrededor, cada vez más fresco, más improbable, mas desconocido, mas necesario, mas vital. No, la vida no se prevé, no se planea, no se espera, no se mastica para que entre mejor, la vida se desgarra con los ojos vendados y sin servilleta. El día que unos ojos nuevos sin color conocido te miren directamente entre ruido y confusión, entre hielo y redención, y te pregunten por el destino más cercano (la segunda a la derecha), lo entenderás. Entonces lo entenderás.

Kasabian/ Goodbye Kiss