lunes, 28 de octubre de 2013

Principe de ensueño


 
Marinero de buena cepa, alto, bien plantado, robusto, con un toque chulesco pero sin llegar a ser altivo, de buena familia y divertido sin ser payaso.

Marie aun o podía creerse la joya que le había tocado con Orson. Desde que lo conoció la semana pasada en aquel bar cerca del puerto vivía en una nube. Unos tipos del mal vivir le habían increpado con malas palabras alabando las bondades de su bienformado trasero y busto, y él salió a escena para mantenerlos a raya. Marie aun se ruboriza pensando en lo por sorpresa que le pilló la gratuidad con la que su bajo vientre recibió el gesto de su inesperado salvador. Que calor hacía en el local de repente.

Orsón se disculpó por lo grosero de los actos de sus compañeros de procesión. El mar puede ser un enemigo vil para la soledad de un hombre, le espetó mientras la invitaba con cortesía y alevosía gentil a una cerveza en la barra. Marie guardó las formas y esperó más de lo que le hubiese gustado para dejarse arrastrar previo caballeroso cortejo a la alcoba del novoconocido.

El paseo en Harley hasta llegar a la cama se hizo especialmente duro para ella. Un minuto más agarrada a la cintura de aquel macho montada en aquella maquina y hubiese podido pasar al cigarrillo de después directamente.

Si el paseo fue duro lo que vino después no desmereció. Hora y media de piel con piel, besos tiernos y embestidas suaves (y no tan suaves) y a Marie se le escapó un jadeante si quiero sin pregunta alguna.

La semana siguiente trajo más de lo mismo al mismo nivel. No había descanso para el asombro de Marie ante el homo perfectus. Su nube era cada vez mas mullidita y esponjosa. Toda una vida de miserias amorosas con protohombres de tres al cuarto que lo mas romántico que alcanzaban a expresar era la traviata con eructos, y ahora esto. El karma existía y ahora entendía la colección de animales de bellota que había tenido que soportar hasta el momento, Orson equilibraba el marcador de toda una vida.

Esa noche, 7 días después de la fecha que pensaba celebrar por el resto de su vida, Orson le preparó una cenita romántica a la luz de las velas… en la bañera. Era lo más dulcemente guarro que nadie le había propuesto, la perra en celo que convivía con la delicada dama dentro de Marie estaba tan contenta como su compañera de piso. Cenaron sushi en una mesita dispuesta para tal efecto en el centro de la bañera a la luz de un cd de su cantante preferido. No recordaba en qué momento le había revelado su devoto platonicismo ante aquel álbum y su creador, pero el muy cabrón lo había clavado. El segundo si quiero en menos de una semana se escuchó en la mente de Marie.

Tras la cena vino el postre, para el cual decidieron pasarse a la visco elástica sin muelles 2 x 2 de la habitación. Al acabar Marie pensó por un segundo que los ojos no le volverían a su sitio después de tanto rato teniéndolos en blanco. En ese momento lo tuvo claro, no existían las mujeres frígidas, existían las mujeres que no habían conocido ESA polla.

Tras el dulce combate Orson se mantuvo abrazándola durante un buen rato desnudos en la cama, manteniendo su cuerpo caliente, cuando ella totalmente rendida ante los pies de aquel príncipe de ensueño le susurró:

-          Mmm, me encanta todo lo que me haces en la cama, si quieres que yo haga algo por ti no tienes más que decírmelo…

-          Pues ahora que lo dices sí que hay algo que me gustaría pedirte…

-          … lo que sea…

-          … llevamos una semana viéndonos y me daba un poco de corte al principio…

-          … solo dímelo…

-          … puuueessss… te importa si el próximo día llevo un tutu rosa?

 

 




¬¬’

 

 

 

 
 
… pobre Marie, alguien tenía que haberle avisado de que nadie es perfecto.

 


Daft Punk/ Doin’ it right



domingo, 27 de octubre de 2013

Lord Simon (part II)


 
… dos semanas después el inspector Hoffstader lo entendió todo…

 

 

… TRAEDME A COMINOSWORLD!!!

 

 

 

 

Foals/ Out of the Woods




jueves, 24 de octubre de 2013

Lord Simon


 
… lo único que la policía encontró en la escena del crimen fue una nota detrás de un dibujo:

 

 

LORD SIMON WOC

 

 

 

 


Kings of Leon/ Coming Back Again

 
 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Tomate



Henry paseaba esa mañana por el camino de piedra que había en medio del parque que estaba junto al río. Tranquilo, caminando despacio, iba rumiando quejumbrosamente pasajes de su vida. Su madre se encargaba cada día de recordarle que fue fruto de la nada, allá donde otros niños emergían del amor, el había emergido de un condón pinchado y el elevado precio de permitirse un aborto, ser pobre a veces tiene sus ventajas. Su padre los había abandonado cuando él solo era un crio por, según palabras textuales de su madre, una puta barata de pechugas descomunales, es curioso como su madre no tenía reparo en decir puta pero no utilizaba la palabra tetas. Su hermana cambiaba de novio con extrema facilidad, a veces estaba con Jaco, otras con Perico, pero siempre estaban ahí sus amigas Farlopa y Nieves esas noches en que llegaba llorando, con el rímel corrido y las bragas por los tobillos. Era una chica muy sociable, Henry nunca entendió bien bien que estaría buscando ese día que se tiro del puente. Para más inri la señorita Matilde le tenía manía, lo había mandado ya tres veces esta semana al despacho del director por dibujar esos dibujos tan extraños en las horas de plástica. Ni que el color negro fuese un mal color para dibujar un cementerio, que no le hubiese pedido dibujar qué habían hecho ese verano, el que culpa tenía!!!

Mientras navegaba por este mar de fotogramas Henry oyó un sonido detrás de un roble bastante grande que lo sacó de su ensimismamiento. Paró atención esperando etiquetar mejor la naturaleza del sonido cuando este volvió a irrumpir en la paz del ambiente. En esta segunda ocasión filtró mejor aquello que le llegó al oído, si no estaba equivocado era un ladrido de perro, y por el tono agudo incluso dictaminó que el emisor de tal estruendo se trataba un cachorrito. Con curiosidad pero no sin guardar sigilo Henry volteó el tronco del árbol y efectivamente se encontró lo que esperaba. Mirándolo con la cabeza ladeada y ojitos cristalinos se encontró un cachorrito de Chiguaga Toy color canela metido en una caja sin tapa. Extrañado por el hallazgo Henry miro a un lado y al otro del parque, escudriñando tanto los alrededores como la periferia del mismo en busca de alguien a la huida a quien poder asignar la autoría de tal abandono. Pero nada, allí no había nadie. Mientras buscaba al posible dueño del animalito el cachorro por su cuenta acaba de decidir quién era su dueño. Se puso sobre sus dos patitas posteriores y con las pezuñas sobre la pierna de Henry empezó a lamerle la punta de la mano que le colgaba. Henry por su cuenta se arrodillo ante él y se quedó mirándolo con la cabeza ladeada hacia su derecha a modo simétrico al perrito, seguramente por osmosis, a lo que el perrito respondió con un repentino lametón en la cara del niño. Tirándose hacia atrás del susto con el cachorro aun en las manos, espalda contra hierva, Henry susurró: Te llamaré Tomate!

Desde entonces Henry y Tomate fueron inseparables. El perro se acostumbró a seguir al niño allá donde este fuese. En el colegio Henry dejaba a Tomate en el terreno de al lado del edificio y por la ventana de su clase podía ver como el perro no se movía de su sitio mirándole como intentaba llevar a cabo aquellos difíciles problemas de garbanzos y guisantes. Las tardes en las que la madre de Henry le dejaba en casa de la señora Gertrudis para que le cuidase mientras ella iba a atender sus recados a casa del jefe de policía, este escondía a tomate en su bolsa del bocadillo y se lo llevaba consigo. Más tarde los dos veían la tele de escondidas en el salón en vez de hacer los deberes tal y como le había ordenado la vecina antes de meterse en su cuarto a echar la siesta de las 15:30.

Con el paso de las semanas la unión entre el perro y el chico trascendía las etiquetas mascota-amo. Cuando la madre de Henry le reñía por haber roto algo, o le reñía por dictamen de las 5 latas de cerveza encima de la mesa que le susurraban que había roto algo, Tomate inmediatamente aparecía en escena haciendo alguna trastada menor llevándose la culpa y con ello la atención de la ira de la madre. Por el contrario cuando la madre recluía a Tomate en la despensa sin cena por obra y gracia de la inquisición dictatorial, Henry se bebía 4 vasos de agua seguidos justo antes de ir a dormir, para despertarse a media noche con ganas de mear e ir a dar algo de comer a su cánido amigo, el cual lo recibía con saltos y lametones de alegría.  

Para aquel entonces Henry ya había dejado de utilizar el color negro para sus dibujos, y por alguna extraña razón que se le escapaba también había dejado de visitar el despacho del director. Los días trascurrían rápidos entre el colegio y las tardes en el parque con Tomate, tirándole palos que iba raudo a recoger, incluso aunque el palo fuese tres veces más grande que el perro, los acaba trayendo arrastras igual. La tónica de las noches era la de ellos dos durmiendo en la cama de Henry, donde el can se acurrucaba en la parte posterior de las rodillas del niño bajo la manta, en busca del calor humano de su amo.

El pequeño Henry amó a ese cachorro con toda su alma.

Una mañana de noviembre, cruzando la calle para ir al colegio, un camión espachurro a Tomate delante de Henry de la forma más inconcebiblemente brutal que se pueda imaginar, dejando un charco de sangre enorme y todas las vísceras a la vista.

 

 









 
(…)

 

 
 

 
El Comiconsejo del día es:

… efectivamente, la vida es una mierda… you better get used to it soon, boy!

 
 
PJ Harvey/ In the dark places


 

lunes, 14 de octubre de 2013

Ad eternum



… la imagen mostraba una chica de espaldas enfrente de un televisor, mirando una imagen en la pantalla que mostraba la misma chica de espaldas enfrente del televisor, está a su vez estaba mirando una imagen en la pantalla donde se veía a sí misma de espaldas enfrente del televisor, en el cual se podía ver la misma chica de espaldas enfrente del mismo televisor. La escena se repetía en bucle ad eternum hacia dentro formando un túnel de pantallas.

De repente la última chica se giró.

 

 

 

 
Kings of Leon/ Don’t Matter


 

martes, 8 de octubre de 2013

... que tonto!



Eran las 09:40 y ella aun no había aparecido, James se empezó a poner nervioso. Habían quedado en los bunquers, no sabía porque llamaban así a aquellas aulas de estudio en la universidad, aunque le costó poco imaginárselo. Un sitio cerrado, bajo tierra, con estructura tosca y aspecto de austeridad decorativa militar… si, realmente no era muy difícil imaginarse porque los llamaban los bunquers.

Había quedado allí con ella para repasar los problemas de la asignatura de “Estructuras Metálicas” de 3º, ella iba un curso por detrás de él y James se había ofrecido a ayudarle con el tema. Hacía un año que había aprobado la asignatura y no se acordaba absolutamente de nada, pero cualquier excusa era buena para verla. Además, ya iba a cuarto de la carrera, unos problemillas de tercero no podrían suponerle un gran quebradero de cabeza, se mentía para sus adentros.

De todos modos repasar aquellos exámenes de años anteriores con ella era lo de menos. Estaba ahí con un propósito claro e iba a cumplirlo. Podía recordar perfectamente el día en que la conoció, o reformulando la frase debería decir… podía reconstruir a duras penas la noche en que la conoció. Fue en una de esas fiestas universitarias un jueves cualquiera, pasado el ecuador del curso, donde los mayores engatusan a los más pipiolos para que asistan a sus partys con las que se pagan el viaje de final de carrera a base de promesas de fiesta organizada a medias con enfermería, farmacia o cualquiera de esas facultades donde el ratio corderas-carnívoros favorece a las féminas (o a ellos según se mire). Promesas que nunca se cumplían por otra parte.

Sea como sea y fuere como fuere, él en aquel momento fuere becario de la asignatura de Mecánica de Medios Continuos, y ella alumna. Así que fue ella la que le entró a él en aquella fiesta para sorpresa de los amigos de James, y para la suya propia. Una entrada puramente por cuestiones académicas claro está, pues ella era una chica dentro de la ley y no una de esas outsiders de la moral que iban abriendo sus piernas a cualquier estudiante de cursos superiores al oler el primer whisky limón. Aun así a James le resultó extraño y halagador que aquella chica, de rasgos exóticos, le entrase en aquella discoteca, por mucho que su propósito inicial fuese el de saber un poco mejor el funcionamiento de la asignatura para la que él era becario de redacción de problemas.

A las dos frases y media James ya había despejado sus dudas de si sería una de esas listas caza-oportunidades en busca de examen a cambio de sexo de facturación rápida. Ella no era así, o al menos eso le dijo su intuición de simio cromosoma xy, cosa que con el tiempo pudo ratificar como cierto. Después de un rato hablando la chica le explicó que su padre era de namibia y su madre era española, se habían conocido en un viaje por África que hizo su madre de joven y desde entonces no se habían separado. A partir de ahí la noche se le difuminaba en la memoria, en parte por la lejanía de la misma en el tiempo, en parte por el botellón que habían ingerido como cochinos con embudo en casa de Oriol antes de entrar a la discoteca.

El siguiente recuerdo que tenía de ella era el de aquel día, en la biblioteca, una semana después de la fiesta, cuando estaba estudiando para el examen de Transportes en uno de aquellos codiciados cubículos y ella le interrumpió de su ensimismamiento, devolviendo su vista de la profundidad del infinito de su libro de nuevo hacia la tierra.

-          Ey James!
-          Eeeeyyyy…

Y ese era también el primer recuerdo de su amarga espina. Era preciosa, simpática, delicada y venía ELLA a hablar con él… y él no era capaz de recordar su nombre!!! Por suerte James tenía dos neuronas y media en vez de las dos habituales de serie en un hombre y pudo reaccionar a tiempo…

-          Eeeyyy… como va? Hace una semana ya que no te veía!!!
-          Si, si, desde la fiesta…
-          Si, cierto, desde la fiesta…
-          Si
-          Vaya tela al final, con la tontería iba un poco tocado…
-          Bueno, tu y todos tranqui…

Y así prosiguió la conversación, entre trivialidad y trivialidad, durante largo y tendido. Algo bien debió de haber hecho aquel jueves pasado porque ahí estaba ella de nuevo, por su propia voluntad!!! Incluso fueron a echar un café y recordaba haberle arrancado alguna que otra risa sincera, sin el más mínimo ademan de intereses ocultos respecto la posición privilegiada de James frente a la asignatura que ella cursaba.

Y ese fue su gran problema. Que la chica le empezaba a gustar, que a ella él no le repulsaba (lo que ya es decir mucho para una tía rodeada todo el día de mastuerzos babosos y gruñientes), y lo peor y más doloroso del caso… que seguía sin poder recordar su nombre!!!

Con el paso del tiempo las “no citas” o “quedadas de estudio” o simples “cafés a media tarde” fueron cada vez más y más frecuentes, y James somehow, aun sin saber exactamente como, había conseguido ir manejándoselas con su problema. Estaba agotando todos los recursos para que no supiese su secreto, para que no descubriese su vergüenza, no le quedaba arsenal bajo la manga para saludarla, lo había gastado TODO, lo había probado TODO…

-          Iep! Cómo va la cosa…
-          Venimos tensos hoy no?...
-          Joder niña que pantalones mas retro, molan, que son de los 80’s?
-          Ey, te pillo en buen momento?
-          Bueeeeno, vaya cara, se me de alguien que hoy no ha dormido mucho…
-          Atchuuusss! Sorry, es que vengo constipado…

En cierto momento alcanzó el límite de no retorno tras el cual ya simplemente NO podía preguntarle directamente su nombre, llevaba tanto tiempo quedando con ella como si tal cosa que si ella descubriese que él no sabía que nombre le pusieron sus progenitores al nacer se enfadaría y de verdad. De hecho no se enfadaría, se sentiría engañada, estafada, como si esa persona a la que se había abierto y con la que había compartido anécdotas y risas de repente fuese un completo extraño de nuevo. James no podía permitir que eso ocurriese, debía averiguar su nombre de forma sutil.

Preguntó a todos sus amigos por la chica exótica que le entró en la fiesta, la de un curso menos. Ninguno de ellos recordaban su nombre, pero todos ellos recordaban su culo. Cafres erguidos, esos eran sus amigos. Miró en tablones de exámenes, listas de clases, y nada, ningún indicio le hizo concluir que este nombre podía ser mejor que aquel otro. En sus quedadas le empezó a soltar pequeñas pullas sin resultado alguno:

-          Jajaa, recuerdas la fiesta en la que nos conocimos? Vaya pedal que llevaba…
-          Yo tampoco creas que iba muy fina, ejej
-          Si si… oye, te imaginas que hubiese ido tan taja que no recordase tu nombre al día siguiente, ajaja (…)
-          Si mira, como si no te lo hubiese repetido mil veces… que tonto!!!
-          Ajajaj, claro claro, ajaja…  (¬¬’ mierda!)

o…

-          Oye si te dejo mi informe del año pasado al menos acuérdate de cambiar el nombre y poner el tuyo eeehhh, ejejej (…)
-          Joder James, pues claro ejejej, pondré el mío, que tonto… como piensas que voy a hacer eso!!!
-          Yo que se chica, cosas peores se han visto, jejeje… (¬¬’ mierda!)

O una tarde en la cafetería…

-          … iep vamos a jugar a un juego va!!!
-          …? Venga ok, que me vendrá bien antes de la clase de Materiales Avanzados, a cual?…
-          Mmmm, yo seré tú y tu serás yo... ligando en la discoteca!!! 3,2,1 y acción…
-          Jaja, ok… mmm, (con voz grave) hola guapa soy James vienes mucho por aquí porque soy becario de Medios continuos sabes? Y te puedo dar lecciones gratis en el laboratorio, jou jou jou
-          JA-JA-JA,  me parto! Ahora yo…
-          venga…
-          (con voz aguda) Hola, me han dicho que eres el que haces los problemas de Medios, me podrías ayudar a resolverlos mmm, me llamó… (cortando la frase) porque como decías que te llamabas? jurjurjur
-          Jajaja, otra vez con lo mismo? que tonto!… anda calla ya y vamos para arriba o llegaremos tarde a clase
-          Si venga vamos (¬¬’ mierda!)

Misión imposible. La cosa no hubiese sido tan dolorosa para él si cada vez que se viesen ella no exclamase a los cuatro vientos su nombre ya desde la lejanía:

-          James aquí, ya he pillado mesa!!!
-          Joder James, que guapo te has puesto hoy no? esperas a alguien? Ejeje…
-          … en serio James, como puedes pensar que Spiderman es una gran película?

Como si ella supiese su secreto y a cada quedada quisiese martirizarle a base de culpa demostrándole lo mucho que ella recordaba su nombre. Como una buena amiga. Como hacen los amigos… de verdad.

Y así pasó el tiempo, entre ires y venires. Entre veranos y cursos que acaban y empiezan a la velocidad de la luz, y sin saber aun como, un día James se dio cuenta de que hacía ya tres años que la conocía, y hacía ya tres años que no sabía su nombre. Era simplemente ella.

Y ya estaba harto.

Por eso hoy había quedado en los bunquers con la excusa de ayudarle a repasar los problemas de exámenes pasados de “Estructuras Metálicas”, sabía que la prueba era la semana próxima y que a ella se le atascaban un poco las estructuras, no diría que no. Se había pasado toda la noche en vela debatiendo consigo mismo los pros y los contras del plan. Si, estaba feo, pero no había otro remedio, esto se tenía que acabar, con el paso del tiempo la motivación sexual no es que hubiese desaparecido, ni mucho menos, pero sí que había ido pasando a un segundo plano, ya no la veía como un simple cacho de carne bien moldeada (que también), si no que era su amiga y DEBÍA saber su nombre. Además no era para tanto joder, lo hacía porque le importaba. Sí, definitivamente tenía que cogerle el DNI cuando ella no se diese cuenta y mirarle el nombre, ponerle nombre a esa cara, esa cara de angel. Se había convertido en una cuestión de salud mental.

Y entre pensamiento y pensamiento entró ella por la puerta de los refugios nucleares en los que habían quedado. Guapa como nunca, y treinta minutos tarde, como siempre...

-          Osti, James, sorry sorry sorry, me vas a matar, el autobús que…
-          Nada nada, déjalo no te preocupes, he estado preparando los ejercicios de mientras…
-          Merci, eres un amor, por donde quieres que empecemos?
-          Bueno tenemos toda la mañana, no te estreses… porque no me traes un café de la máquina del fondo de las aulas plis, y tomate tu otro que el día va a ser duro…
-          Si claro! Espera que cojo la cartera de la mochila…
-          … no no deja, toma ya invito yo…
-          … mmm, merci, cuanta galantería, estas bien?
-          … si si claro…
-          … ok, ahora vuelvo…

En ese momento James aprovecho, no sin un último arrebato de culpa que ahogo para sus adentros metió la mano en la mochila de ella para sacar su cartera decorada con el jeto de la Hello Kitty (universitarias…) y buscó el grial dorado que lo sacaría de su ostracismo de amistad. Con miradas rápidas al final del pasillo comprobando que no hubiese moros en la costa sus manos encontraron lo que buscaba, su dni. Con él sostenido boca abajo el estómago le dio un vuelco, iba a responder a la pregunta que tantas veces le había martirizado y que en tantos apuros le había puesto. La suerte estaba echada. Poco a poco, como disfrutando del momento, giró aquella improvisada tarjeta del trivial para ver la respuesta que le daría el último quesito hasta la victoria.

Cuando leyó lo que allí ponía, y recordó todas aquellas conversaciones intentando averiguar su nombre, casi se cae de la silla…

 

 

KETHONTO DJLALI MARTINEZ

 

 

!!!

 

 

 

 

… pobre James, tanto tiempo conociendo la respuesta y él sin saberlo, alguien tenía que haberle avisado de que en Namibia la gente no se suele llamar Ana, Esther, María o Lola…

… no si, al final tendrán razón cuando dicen que los hombre no escuchan!!!

 

 

 

 

Panic! At the Disco/ This is gospel



lunes, 7 de octubre de 2013

Frágil


 

… por fin después de tantos años lo he encontrado. Un libro editado y no descatalogado de Eva Vaz, una de las mejores poetas que me he echado a los ojos. Este post va por ella. Salud.

 

 
Yo no quiero.


Yo no quiero que sufras
lo que yo sufro.
Yo quiero que sufras
más.
Yo te quiero más roto
que yo.
Más desguazado
que yo.
Yo quiero que el dolor
te destroce el esternón.
Que tengas que luchar
a todas horas
por sobrevivir sin ganas.
Que no soportes
ser el hombre más miserable
del mundo
por quererme a tu lado.

Yo ya lo sufro.

No quiero que me odies.
Odiando se hace más fácil
la ausencia.

Yo quiero que sufras
lo que yo sufro.
Yo quiero que te asfixies con tu llanto,
que no encuentres paz
en ningún sitio.
Que no soportes el peso
de tu cuerpo
sin mis dedos.
Yo quiero que el miedo
no te deje dormir,
como un dolor insomne.

Yo ya lo sufro.

Yo quiero que sufras
lo que yo sufro.
Yo quiero que vengas,
rogando en silencio,
muerto de miedo, inseguro,
que vuelva contigo.
Que sin mí, tus días
son estertores.
Como mi pésame diario.

Dime que sufres lo que yo sufro.

Y dímelo llorando.

 

 

 

L.A./ After all


viernes, 4 de octubre de 2013

11 5850 42



 
348078704 546211 6431, 54113084 123 2153 12654 97511!!!

6513036 231321 11 1561 165162. 61532158 1 12165 873 31 3123 313132 11 64 313, 654321 3211 41 13186513 112 3431 64321. 321132034 11 31164 6548, 1654321 44 321564 13132 43211 11 6461.

65461 3214 4654 44 643? 6541, 6133132 134 6577 61321 11 564621 444 68731 1654. 13311 64 87951 11 64 4648 64654 364 98742 14673 14 444. 654871 1316571 13411, 98711 313:

-          98711 32164 11 373469 6876161 1364 1321??!!

-          321657 13 136513 65479 8994 1 6798653, 641231 8973 16+64 6431 65431 11 568…

-          1158.

21654621 164621 654 654321 87913; 11 87613 4613 4987 1179513 4613, 646 6411 84 79543 164321 44 16874 13876 316461.

546161 6541 3216 674 11 676513 1674 313 678, 1321 413 1567 3213-645 165432 6543. 6213 34651 131 (6541 1314, 32546 161113…), 6513 64654132 321894 11 654321 432134 16432541 4631 316+4 6467 1567421 11 6541.

 


 


“ 987231 6542 11 6544… 11 5850 42!!!”

 

 
 

 
12349378/ 42


 

martes, 1 de octubre de 2013

Hasta que lo pierdes


 
Jhonny parecía perdido en esas paredes que tantas veces habían contenido los rayos gamma de sus explosiones nocturnas al apretar el nitro, tanto de él como de los chicos. Los muchachos le hablaban en la lejanía pero las palabras le llegaban abotargadas a su cerebro, focalizado en ese momento en otras lindes, en otro tiempo. Voy a dar una vuelta chicos, ahora os pillo.

Habían pasado años desde que no pisaban esos pasillos angostos, esas escaleras amantes de sus pies rebeldes, esos balcones que antaño parecían flotar sobre las llamas, llamando a la lujuria y al baile desenfrenado. Había pasado todo y nada, y el tiempo se hizo elástico cual chicle de fresa ante los ojos de Jhonny ahora que volvía a sentir la ausencia de oxigeno pío en el ambiente. Sintiendo las desconchadas paredes bajo las yemas de sus dedos, repasando los surcos dejados por el hollín de tantas noches erradas en esa jaula de sueños, en esa maicena de ruidos inconexos donde había perdido la cuenta de las veces que se le había abierto el corazón. Parado, musitante, se detuvo un instante a disfrutar del espectáculo.

Desde esa esquina podía visualizar esa orgía de cuerpos libérrimos poseídos por la desazón existencial que tantas veces él mismo había experimentado. Pudo verse en cada uno de esos cuerpos y reconocerse en cada rincón de la infernal sala, distintos años, distinto peinado, distinta ropa, similar actitud tercio chulesca, tercio arrogante, tercio beoda, 100% patética. Todos ellos confluyendo a la vez en una misma canción, en su mente, en ese instante. Podía verlos a todos, todos ellos reales y a la vez tan distantes, tan lejanos, casi caricaturescos. Cuál de ellos sería el verdadero Jhonny? Ni lo sabía ni le importaba, prosiguió su particular Road Trip por la senda de la melancolía repasando huellas solo visibles bajo la luz negra de su memoria. Etiquetando oscuridades escondidas, ángulos muertos, manchas en el suelo de las terrazas, clasificando pedazos de él esparcidos por lo largo y ancho de esa cueva, según los años, las compañías, las conquistas, los despechos, los triunfos y las derrotas.

Reparó en los nuevos huéspedes de su catedral, y pronto los tachó de no dignos de sus ancestrales leyendas grabadas a base de medios cubatas caídos en las piedras que erigían el templo. Ellos no sabían dónde estaban, ni siquiera lo intuían, solo profanaban la historia de los fantasmas de su memoria con su sola presencia.

Al bajar a la sala principal entre desaires de tristeza Jhonny levantó la mirada para buscar a su gente, cuando de repente la visión del todo colapsó su iris de golpe. Esa imagen velada que albergaba su retina de la masa sudorosa, agitante, feliz, a movimientos slow motion dictados por una luz espasmódica casó con lo que estaba viendo ahora mismo ante sus propios ojos, con lo que allí estaba acaeciendo. El sexo se podía oler en el ambiente, la línea del bajo de la canción irradiada por el dj desde su cabina marcaba los golpes de cadera que tiraban de los cuerpos hacia arriba, los vasos en mano alzada regaban el deseo literal que allí se exhumaba. Deseo de libertad, deseo de felicidad, deseo de amor, deseo de vida, deseo de eternidad y de juventud. Todos ellos mezclados, agitados y jodidamente revueltos.

Entonces lo comprendió, ese ya no era su sitio, era el de ellos, les pertenecía igual que en algún momento le perteneció a él y los suyos. Y comprenderlo le llenó de una paz interior que no había experimentado en mucho tiempo. Estaba feliz de ver que el lugar prevalecía a la gente, que la magia tenía vida, era un ente propio y habitaba en esas paredes, en esos lavabos, en esas escaleras. Y que parte de esa magia se retroalimentaba y seguía viva en cada uno de ellos, en sus recuerdos, mucho después incluso de abandonar el lugar, y de que el lugar les abandonase a ellos.

 


 
… Jhonny abrió los ojos y se incorporó en la cama de su habitación. Era media tarde de verano. Había vuelto de uno de sus particulares “viajes al futuro” como a él le gustaba llamarlos. Era una técnica que su abuelo le enseñó tiempo atrás y que solía utilizar para apreciar de una forma extrema y brutal cada detalle de las cosas más insignificantes de su vida. Se tumbaba en su habitación, relajaba la mente focalizando su mirada en un horizonte irreal, a tientas en la oscuridad, y se adentraba en un futuro que él mismo dibujaba a su alrededor. El abismo de su oníria podía llegar a ser tan absoluto que pasaba a ser incluso imperceptible para él mismo. Su futuro dejaba de ser un sueño, para pasar a ser su nuevo presente. El salto era tan real y la hipersensorialidad tan profunda que al despertarse, Jhonny tenía la absoluta sensación de, no haber viajado al futuro, sino haber despertado en el pasado. Esa sensación le permitía valorarlo TODO de una forma totalmente distinta, con la sensación de estar teniendo una nueva oportunidad para disfrutarlo TODO de nuevo. Tal como le gustaba repetirse a sí mismo: “Uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Pues él se obligaba a perderlo, para poder recuperarlo de nuevo, y entender así el regalo del tiempo.

 


… por eso esta noche cuando fuese al Club con los chicos, el lugar volvería a pertenecerles. Que se preparasen esas cuatro paredes, porque estaba de vuelta… y la noche iba a acontecer!!!

 


 
Kings of Leon/ Temple