23 de
septiembre del 2033. Marti recordaba con indeseada precisión aquel día. 23 de
septiembre del 33. El día que descubrió que estaba maldito. Recordaba
perfectamente como con sus recién cumplidos 30 años, y con la fiesta que lo
atestiguaba del día anterior aun retumbando en sus tímpanos y en su líquido
amniótico-cerebral, se puso a repasar las fotos tomadas en el evento. Decenas
de almas robadas y capturadas en esas imágenes, como hubiese dicho su abuelo…
“maldita máquina del demonio!!!”, ejjeje… ojalá cuando yo sea viejo este tan
cuerdo como para liberarme de la tiranía de la goma de los calzoncillos como
hizo él… sobretodo como hizo él, en pleno mes de agosto y por el balcón,
pleitesía eterna abuelo!… recordaba haber pensado Marti.
Todo iba bien,
apartando latas de red bull con los pies y esquivando los restos de limas
chafadas y azúcar moreno del suelo, alcanzó el sofá y se tiró en plan ataque de
lucha libre “si crees que eso ha dolido espera a ver lo que le voy a hacer a tu
mama esta noche muchacho”. Su gato Baldomero tuvo dos nacrosegundos para, 1, tomar
nota de la ligera y súbita variación de presión en el ambiente, 2, mirar hacia
arriba y ver un culo enorme envuelto en llamas cayendo cual meteorito, y 3,
saltar del sofá y salvar la vida en la menos mala de la direcciones posibles.
No lo consiguió. A todo esto Marti mandó llamar a la corte superior de los
lores en su cabeza para lanzar a debate si alzar ligeramente la comisura de sus
labios como símbolo de afectación emocional positiva ante las imágenes que sus
dedos mostraban a sus iris en rueda de reconocimiento o no. La votación final
tras horas de deliberación y sendas rondas nulas fue 4 a 3 y dos votos en
blanco a favor de la mueca. Así pues Marti sonrió. El jurado le pasó una
servilleta con la deliberación escrita con pintalabios rojo putón. Leyó: GRAN
FIESTA.
Tal como había
caído en el sofá y con Baldomero aun luchando por respirar bajo su culo reparó
en una de las fotos que tenía entre las manos. En ella se veía a Marti con un
gorrito de cartón horrible sobre la cabeza que su novia le había obligado a
ponerse tras la típica amenaza de “sin (poner aquí cualquier cosa) no
hay polvo”… como le conocía la muy zorra, y lo buena que estaba!!! Pero el
gorrito de marras no fue lo que le llamó la atención de dicha foto, lo que
atrajo su curiosidad fue otra cosa, un algo, una especie de mancha difuminada
que aparecía sobresaliendo por detrás del hombro derecho de Marti. Parecía una
especie de bruma con forma de cara que miraba directamente a la cámara. El
espinazo le bailó de repente un zapateao a Marti. Esa especie de ente le puso
los pelos de punta sin saber por qué.
Se intentó
quitar la tensión de encima pensando en el premio que le supuso ponerse el
dichoso gorrito cuando todos los invitados se fueron y se quedó a solas con
Laura. Cruces negras en los pezones con cinta aislante! Madre mía, si es que
como no iba a hacer lo que ella quisiera! Mientras recreaba escenas en su mente
que matarían a su madre de un infarto sus dedos habían seguido pasando fotos
delante de su cara a modo salvapantallas, y aun sin prestarle mucha atención
una de ellas devolvió a Marti a la tierra descolocándole la raspa nivel
defcon-2 alerta nucelar. En esa otra foto se veía a Marti y unos colegas, ya
visiblemente torcidos, como unos 15° así a porta ángulos visual, haciendo un
high five con los pantalones por los tobillos, cosa que a cualquier hembra
humana le parecería una supina estupidez y a cualquier macho humano le
parecería puta madre (ojo, pero no “de puta madre!”, no no… “puta madre!” Sin
el DE… no no, dejadme, quiero aclarar esto porque los detalles son
importantes!). Pero el caso es que de nuevo no fue lo tosco de la actitud
reflejada en la foto por él y sus amigos pollinos, ni el encuadre victoriano de
la pose en general, ni el gramaje de la toma capturada, ni siquiera el huevo
fuera que su amigo “Johny huevo fuera” se empeñaba en colar al menos en una
foto en cada fiesta de cumpleaños. No. No fue nada de eso lo que hizo
blanquinecer la tez de un hombre adulto de 30 años, deportista nato y supinador.
No señor. Fue la visión de la misma silueta etérea con cara de palo mirando a
cámara a su lado lo que hizo que Marti relajara su esfínter y no en el mejor de
los términos. Baldomero lo estaba empezando a pasar realmente mal.
Empezaba a no
tener gracia. Que cojones era esa cosa?... o debería decir quién?... alejó ese
pensamiento de su mente como el que sopla un pedo liberado al ir el ligue de
esa noche a la cocina a por “ la última copa en mi casa?” en medio de su
apartamento y con la puerta de la habitación abierta dejando entrever una cama
supersizeme 2 x 2. You know what I mean. Nervioso empezó a mirar todas las
fotos ahora con máxima atención, y una a una, aterrado pudo comprobar como esa
niebla oscura aparecía en todas y cada una de las fotos, siempre al lado de
Marti, siempre mirando a cámara, vigilante.
Instantáneamente
cogió su Iphone y comprobó las fotos borrosas que los pseudo-patanes de nivel 3
de sus amigos le habían ido enviando de la fiesta anterior durante toda la
mañana. Ni rastro de evidencia paranormal. Puso toda la maquinaria gris a
funcionar… solo lo captaba su cámara! En ese instante giro su cara con horror y
estupefacción hasta la esquina opuesta de la habitación donde se encontraba el
supuesto artefacto del demonio. Para un observador ajeno hubiese sido una
escena cuanto menos curiosa de ver, una mole de carne magra con forma de hombre
de acería no gay con un semblante transformándose en el emoticono del Grito de
Munch a slow motion mediante un sofisticado software de morphing, contra una
cámara digital estática, inerte y ajena a lo que allí estaba pasando.
Con el miedo
instalado en el cuerpo Marti se acercó sigilosamente a la cámara digital,
deteniendo sus movimientos y disimulando mirando hacia otro lado cuando le
parecía que esta le miraba acechante. Baldomero aun intentando recuperar el
aire miraba medio mareado los movimientos de su amo mientras el oxígeno volvía
a su pequeño cerebro felino. Cuando Marti llegó a su posición y con un movimiento
rápido no falto de pavor agarro la cámara como el que caza una mosca con las
manos. Se la quedó mirando durante segundos con los brazos estirados y cara de artificiero
con un explosivos inestable en frente antes de procesar dato alguno en su
cerebro 8 bits. Era una cámara digital muy vieja, de las primeras, que él
recordase estaba en la familia desde que tenía uso de razón. Según pudo
escrudiñar en su mente, su madre le había explicado en algún momento que se la
regaló el abuelo a ella cuando nació Marti diciéndole que era un regalo para él,
pero que la guardase hasta que él tuviese, según palabras textuales del abuelo,
“los huevos negros”… todo lo que tenía de buen corazón lo tenía de bruto pensó.
… estaba en la
familia desde que él tenía uso de razón… Con los ojos perdidos en el infinito y
con cara de oler a pedo de Joey Tribbiani otro escalofrío atravesó la columna
vertebral de Marti como un rayo, y había perdido la cuenta ya de cuantos
llevaba. Una sospecha le hizo tirar la cámara al sofá, donde casi le da al
pobre Baldomero en la cabeza, y salir corriendo como un relámpago a por los
álbumes familiares que guardaba en los
cajones del mueble del salón. Allí, de rodillas, empezó a sacar los álbumes y
tirarlos hacia atrás como un loco, una vez vació el cajón empezó a coger
aleatoriamente los que tenía esparcidos alrededor y a mirar páginas de los
mismos abiertas al azar. Se fue concretamente a las fotos donde salía él. Foto
con 4 años frente a la jaula de los monos en el Zoo imitando a los simios coger
su propia mierda y tirarla al público. Foto con 6 años en el parque debajo del
tobogán de madera mirando por debajo de la falda de las niñas. Foto del hueco
en su boca dejado al reventarse los dos incisivos frontales superiores con un
monopatín a los 12. Foto con una novieta y muchos granos a los 16. Foto de su
madre lamiéndose la mano y repeinándole el flequillo con la toga y birrete en
la ceremonia final de la carrera a los 24.
Estaba allí!!!
no podía creerlo pero estaba allí, la sombra hijadeputa!!! Estaba en todas y
cada una de ellas, había estado siempre!!! Como no se había dado cuenta hasta
ahora? Tan poco se fijaba en las fotos? Joder… De repente le vino un
pensamiento a la cabeza, se fue corriendo al portátil que tenía encendido
encima de la mesa, carpeta con nombre “facturas subcontratas marzo ‘10”…
mecagondiox!!! hasta en las fotos guarras que se hacía con Laura en sus noches
tontas!!! Estaba ahí mirando a cámara!!! No solo era un fantasma sino que
encima era un voyeur !!! Marti tuvo que sentarse para asimilar toda esa
información. Que sabía? Que una especie de espectro siniestro le acechaba y
solo la cámara digital que le regaló su abuelo al nacer podía captarlo. Y había
estado ahí toda la vida acompañándole allá donde fuese!!! Maldita sea debía
recordar echar el pestillo al ir al baño a partir de ahora… o esa especie de
alma en pena podía traspasar puertas? Joder tenía que dejar el porno por un
tiempo y googlear un poco sobre el tema!!! Lo que estaba claro era una cosa…
estaba maldito, era un hecho científico como la ciencia misma. Las fotos no
mentían.
Le echó una
foto con el iphone a la pantalla de la cámara enseñando la imagen de él
soplando las velas con la silueta maligna en el hombro y se la envió por
whatssapp a su madre. Te suena de algo la
cara de mi lado? La calidad no era muy buena pero como sabía que tampoco
entendería mucho de que iba el tema no se preocupó. A ver si su madre podía
esclarecerle algo. Se fue a comer algo de la nevera, sabía que tenía tiempo
hasta que su madre respondiese, le regalaron aquel Samsung táctil por el día de
la madre pero las tecnologías no eran lo suyo… Al rato solo un bip. Qe es esto? A qué juguáis? S cosa de Laura?
Parecer el abuelo!... Parece el abuelo???!!! La madre que lo pario!!! Se
giró Marti de golpe sobre sí mismo al leer el texto que su madre había tecleado
no sin dificultad. Miró al alrededor como si la bruma de las fotos le fuese a
atacar en cualquier momento. Nada pasó. Estas ahí?! Abuelo!!! Eres tu?!! Es por
lo de pintarte la cara con aquel pintalabios en el ataúd abierto cuando el
velatorio? Yo solo tenía 3 años!!! Me lo contó la mama, yo ni siquiera lo
recuerdo!!! Marti se quedó callado esperando una respuesta que no llegó… Si
eres tu tócame el hombro… No, no, no, no, espera, mejor no, olvídalo, no me
toques nada!!! Toca a Baldomero!!! Eso, cógelo y hazlo volar o algo. Vuélate tú los huevos imbécil! parecía
decir el pobre Baldomero con la mirada. Tampoco hubo respuesta alguna, el
minino se mantuvo con las patas en tierra.
A partir de ahí todo
se hacía difuso en la memoria del viejo Marti. Los años y las desgracias se
agolpaban confundiéndose unos con otros, todo fue distinto a partir de aquella
fecha. La obsesión se agarró a él como un parásito y no lo soltó. Ya no
recordaba que vino antes si que lo despidiesen del trabajo por absentismo
repetido o el abandono de Laurita alegándole que ya no era el mismo, que había
cambiado… pero como no iba a cambiar, si tenía al fantasma de su abuelo pegado
al culo todo el día!!! Solo podía recordar todos aquellos viajes y la fortuna
dilapidada durante los años posteriores en expertos en quiromancia, esotéricos
de mercadillo, mántricos del chi, tanoréxicos sanadores de la luz, comedores de
bayas Goji a dos carrillos, e incluso la loca esa de las tortugas ninja que
seguía la estricta dieta ninja a base de pizzas y mayonesa (ver link más abajo
*). Todo, lo había probado todo, y nada. Cada vez que Marti corría a hacerse
una foto con la cámara maldita después de un nuevo y definitivo (y carísimo) tratamiento
la sombra seguía ahí, a su lado, mirándole amenazadoramente y en silencio. Poco
a poco su familia le fue dando la espalda, y él mismo se encargaba de ahuyentar
a los pocos amigos que le quedaban a base de gritos al estilo: no me toques el
hombro le estas atravesando!!! o… cuidado no te acerques tanto, vas a
cabrearle!!! o… puta te estoy pagando, ven aquí y acaba la mamada!!! Sí, has oído
bien, mi abuelo muerto nos está mirando… y???
Con el tiempo
Marti se fue dejando, al final de sus días no era más que una sombra de lo que
fue, y esa bruma espectral se convirtió en su único amigo. Se pasaba los días en
comedores de la caridad hablando solo y en albergues de cáritas donde los demás
vagabundos se apartaban al verle discutir consigo mismo… te tengo dicho que no
mires cuando meo cojones!!! Es mi chorra y me la lavó cuando quiero, déjame en
paz!!! Solo tenía cuatro harapos que le hacían las veces de ropa y una cámara
digital viejísima que no dejaba que nadie le tocase. Una vez pilló a uno de los
viejos con ella en las manos cuando volvía de espiar a las monjitas en los
vestuarios y casi le parte la crisma con un cenicero de barro que uno de los
nietos de algún muerto de hambre mohoso había hecho. Solo yo puedo salir en
las fotos!!! él me eligió!!! él vino a mí!!! Su posesión Gollumiana había
alcanzado su máximo esplendor.
Esta mañana,
después de que el médico de la ONG le diagnosticase días de vida había llegado
la nueva asistenta pagada por el estado. Se ve que cuando ya estas a punto de
espichar mandan a alguien a asegurarse que lo hagas, vaya a ser que aun seas
desconsiderado y te dé por vivir demasiado y seguir chupando del bote, pensó
al ver a Djekembe. Era una mujer de mediana edad de África del Sur, eso sí, con
culo de Sudamericana, cosa que no sorprendió a Marti ya que a sus ojos
cataríticos de viejo loco todas las negras eran iguales. Djekembe dio los
buenos días a Marti, y después de la respuesta de Marti con un desdeñado
ñññeeeeeee y giro croquetil en la cama, esta busco una nueva estrategia de
acercamiento. Vio una cámara de fotos en la estantería y pensó que quizás le
gustase la fotografía al viejo, así que la tomó y le preguntó, es suya la
cámara?
Marti con repentina alteración intentó
revolverse pero sus pesados huesos le fallaron, estaba cansado, se notaba más
fuera que dentro de este mundo. Con gestos disuasorios y torpes le
negó la foto que la mujer estaba a punto de hacerse con la mano, señalándose con el huesudo
índice y balbuceando lo que Djekembe entendió como un… solo yo!
… solo usted?
Ok, venga pues a usted, póngase guapo que le voy a hacer la foto!... estaba
viejo, no quería luchar contra los elementos, así que se medio incorporó lo
mejor que pudo y esperó a ver a su abuelo reflejado de nuevo en aquella maldita
pantalla como tantas veces había hecho…
-
Preparado???!!!!!!
Dispara ya
maldita tarada! Porque tienes un pollazo que si no… pensaba Marti para sus
adentros y ya sin criterio alguno…
-
Pataaaaaaaa…
Djekembe se
paró de golpe, lo que llamó la atención de Marti que esperaba el disparo como
el que espera la bala final ante un pelotón de fusilamiento.
-
Uy pero espere, tiene la lente de la cámara
sucia, parece como si se le hubiese derramado algo encima, deje que se la
limpie…
Marti volvió
de su ensimismamiento y se empezó a poner nervioso, habló por primera vez…
-
… que?
-
… uy pues parece que cuesta de irse, esto debe
estar aquí hace tiempo…
-
… de que hablas?
Claramente
descolocado Marti se empezó a poner pálido como aquel 23 de febrero del 33…
-
Si mire… la mancha tiene incluso forma de cara,
jajaja…
-
… QUE HAS DICHO?!
-
… tranquilo ve, ya se ha ido, un poco de saliva
nunca falla, jeejjje… patataaaaa
FLASH!!!
La foto le
había pillado en blanco a Marti, la actividad cerebral se le había disparado
por encima de los límites en su desgastada cabeza…
-
… DÉJAME VER, DÉJAME VEEEERRRRRRR!!!
-
… ya vaaaaa, joer que ansias de protagonismo,
ale tome, ve que bien ha quedado…
-
…
-
…
-
… NO ESTÁÁÁ!!!
-
… qué? quien no está?
-
… YA NO ESTÁÁÁÁÁÁRRGRRGGHRHRGRGRRRRRRRAAA
AAAGG AAGR AAHH
AAAGGG
-
… señor Marti?
-
(…)
-
… señor Marti, respóndame por dios… SEÑOR
MARTI!!! ENFERMERA!!! ENFERMERAAAAAAAA!!!
(…)
… pobre Marti,
alguien tenía que haber advertido a esa familia sobre los peligros de no
mantener tu cámara limpia con asiduidad…
Esta historia
ha sido patrocinada por pepinos para ensaladas Cominosworld, porque si ellos no
mojan un humano en su Gintonic porque tienes que ser tu diferente?
PD:… y aquí os
dejo el último disco de Vetusta Morla, porque si has leído hasta aquí te
mereces un premio…
Vetusta Morla/
La Deriva
(*)