lunes, 9 de abril de 2012

En un país multicolor



Me encontraba yo divagando sobre avatares varios del destino así como sobre las ubres de Rosita, la vecina del 5º, cuando de repente picaron a la puerta, quien osaba perturbar mis pensamientos con tal estridente sonido? sería el cartero, mundano traladador de información más mundana aun si cabe? sería Lucas, ese viejo chocho del 4º que a veces me regalaba los oídos con historias sobre como los extraterrestres le abdujeron allá por el 86 y denegaron su confusa petición de exploración anal… “cuanto antes empecemos antes acabaremos” me trataba de explicar siempre mientras yo intentaba apartar la vista de sus genitales ya que el señor Lucas tenía la sana costumbre de andar desnudo por el edificio. O sería acaso Edelmerio, o como a él le gustaba que le llamasen, Edelmer, el camello del barrio buscando cobijo para resguardarse del Cai, el Cuqui y el Cabra. Estos lo venían persiguiendo desde el 97, cuando para pagar lo que les debía de una piedra que acabó fumandose en vez de venderla tuvo la hilarante y no por ello menos brillante idea de comprarles otra piedra con la que pagaría la primera piedra “mal gestionada” y así zanjarían el asunto de una vez por todas, lástima que Edelmer sufre el síndrome de Hoppenfawer, o como se conoce en el mundillo, ser más tonto que un hammster con sombrero, así que acabó fumandose esa segunda piedra de salvaguarda para acabar debiéndoles el doble al trio calavera, por suerte para Edelmer, el Cai, el Cuqui y el Cabra también adolecen de tal enfermedad crónica solo que en su variante extrema, conocida como, ser más tonto que dos hammsters con sombrero, así que para paliar el malentendido le dejaron una tercera piedra que supliría la segunda piedra que pagaría la primera piedra perdida, el caso es que llevan así desde 1997 y creo que ya le están pillando el gustillo a perseguirse unos a otros.

Sin poder ocultar los nervios derivados de la duda y el desasosiego ante tal incógnita ingnómina me abalance rápidamente hacia la puerta no sin antes coger mi plátano de goma antiestres por si acaso, que daño no hace pero aturdir aturde un rato largo mientras me da tiempo a darle una buena patada en las pelotas al posible malandrín amigo del bien ajeno. En ello me hallaba yo cuando, después de poner en hora el reloj del pasillo que estaba atrasado, abrí la puerta con premura al grito de “devolvednos los frigodedos que estaban muy fresquitos hijosdeputa!!!”, esto último más que nada para asustar, para de repente y sin previo aviso verme solo y en calzoncillos, con mi platano de goma  en mano alzado, en el rellano de mi piso.

Trastorno lobular? Bipolaridad? No lo creo, mi psiquiatra me dijo que ya estaba curado, de hecho le obligue a escribirme la palabra SANE (así en inglés que da como mas respeto) en una servilleta con pintalabios, el insistía en hacerlo en un folio por ordenador pero yo le dije que a mí me gustaba más el tacto de las servilletas estas de bar, son como más humanas, nunca sabes si son de papel o son plástico, es un misterio… hay cosas que es mejor que el hombre nunca sepa.

El caso es que desolado, recorrí el pasillo devuelta a mi acogedor sofá diluyendo mis pensamientos en ese olor a naftalina rancio que sale del armario del fondo de la habitación, ese que mi madre me dijo que no abriese nunca a menos que algún día fuese mujer, nunca lo entendí pero como es mi madre y la quiero pues le hice caso claro, que iba a hacer si no. La cosa es que cuando ya estaba absorto de nuevo en mis cosas y mi mano derecha ya empezaba a formar la silueta de la teta de Rosita así en el aire con la boca abierta y dejando escapar una estúpida risita, tal que así, aha ahaja ha… volvieron a picar a la puerta. Por los brazos pares de Vishnú pero que cojo… musité para mis adentros.

Serán Meco y Queco? Los gemelos del 3º? Esos dos siempre están haciendo trapillerias, como aquel día que le cambiaron a la señora Puri las pastillas de la tos de su perro por esas otras azules de su abuelo, al día siguiente la señora Puri estaba de tan buen humor que cuando se enteró que habían sido ellos les hizo una tarta y se la dio a su madre en agradecimiento. Ellos nunca lo acabaron de entender mucho, ni eso ni porque el perro tenía cara de asco desde entonces, la gerontofília debe ser dura hasta para un perro claro. Mmm, no no pueden ser ellos, murieron el año pasado en una accidente de coche, vaya memoria la mía.

El caso es que desquiciado me levanto y voy corriendo a la puerta, esta vez sin mi plátano y sin nada, ahí a lo loco. Y en mi agonía hacia el enemigo corriendo cual William Wallace del montón me viene a la cabeza que nada de esto puede ser real, básicamente porque soy una tortuga doméstica encerrada en un terrario en una casa de Báltimore, Alabama. Y como todo el mundo sabe las tortugas no pueden tener puertas, y porque? pues porque no tienen dedos!!! Como iban a abrir el pomo???!!! Eehhhh, ahí la amiga tortuga diciendo venga tío que llevo tres horas en la puerta, y tu, joer que ya lo intento pero sin dedos como que es jodido, y tu amigo ya claro lo que pasa que no me quieres abrir porque el otro día me tire a tu novia!!! Y tu, que no que no es eso, que te juro que lo estoy intentando pero el pomo se me resbala en la boca!!! (cuando realmente sabes que lo de la novia te jodio y no quieres abrirle…).

Y recordando todo esto me tranquilizo y me vuelvo a mi sillón a seguir comiendo gambas deshidratadas y pensando en las ubres de Rosita, la gata del vecino. Si Bruce Willis podía ser mentalmente divergente en la peli aquella de 12 Monos porque no lo iba a ser una tortuga con el cerebro del tamaño de una nuez moscada, eehhh? Es porque soy verde verdad? Maldito racista, pues os voy a decir una cosa por mi os podéis ir a tomar por culo tu, y tus prejuicios ante los que tenemos caparazón maldito bastardo “lastortugasnopuedenestarlocas”.

… humano de mierda…
















… divagando un hermoso día de abril…

(la divergencia mental es tan sana, incluso para las tortugas…)




Alabama Shakes/ Boys & Girls



Chromatics/ Kill for Love



Graham Coxon/ A+E







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