lunes, 26 de mayo de 2014

Buried


Llevaba ahí una semana entera. Metido en esa caja hecha a base de maderos con olor a orín de gato encontrados en la obra de debajo de su casa. Una especie de ataúd de pobre que se había construido con cuatro clavos oxidados y un fanzine versión pdf encontrado en internet del manual del buen zombie, “constrúyase su propio nicho, cómo y porqué”.

Para ser franco lo había hecho un poco más grande de lo normal, más ancho, debía dejar sitio para toda la provisión de bolsas tamaño King ahorro del Mercadona de nachos, cortezas, almendras garrapiñadas, pelotazos y mierdas varias en general, así como dos packs de 12 latas de cerveza Steimburg clásica a 2 euros con 60 el pack, meado de burra high quality! No sabía las inclemencias gastrológicas ni la hambruna que pasaría ahí dentro así que mejor estar preparado. A pesar de todo reconocía que el plan tenía varios flecos sueltos, no es que no hubiese pensado en los problemas logísticos que las secreciones humanas de diversa índole le acarrearían, pero después de varias vueltas a la cabeza no se le había ocurrido una solución digna de un homínido evolucionado y tampoco es que fuese de ese tipo de gente que piensa las cosas mucho así que acabó optando por un diplomático… a la mierda, será lo que tenga que ser, la naturaleza se hará camino.

Le había ayudado con los aspectos técnicos su amigo el Cabra. En cuanto le contó el plan los ojos se le pusieron vidriosos y su mente empezó a trabajar a mil por hora en el posible proceso de ejecución. Hablaremos con mi tío el Cenizas, tiene un huerto de cesión patrimonial del ayuntamiento y fijo que nos echa un cable con las herramientas. Y así lo hicieron. Thomas lo había planeado todo, tenía que ser justo una semana antes, para minimizar la exposición de riesgo. La noche elegida pues, Thomas y sus dos compinches fueron hasta el enclave elegido por él mismo según los planos de que disponía y dio las órdenes pertinentes. Aquí. El Cenizas, que no entendía muy bien de que iba todo eso pero que le debía una a su sobrino por taparle frente a su tía aquella vez que le pilló con una lumi de la autopista en la caseta del huerto, sacó las herramientas de la furgoneta y empezó a cavar.

Tardaron casi tres horas en ahondar un buen agujero entre aquellos cañizales, la base estaba pedregosa y la poca luz tampoco ayudaba. Una vez tuvieron el nicho preparado sacaron entre los tres el improvisado “ataúd” que Thomas se había construido de la furgoneta y lo bajaron al fondo del socavón. Aseguraos de que los extremos de los tubos de respiración no se obturen cuando me enterréis, y recordad lo que os dije, unos 15-20 cm de tierra por encima de la tapa, no más, si no no podré salir. Fueron las últimas palabras de Thomas antes de meterse en la caja, tras ellas su amigo el Cabra le abrazó con fuerza. Eres un grande tío, el puto amo, recuérdalo, el puto amo! Después de eso solo recordaba ruido de tierra cayendo encima de su improvisado ataúd y un pensamiento retumbándole en la cabeza… mierda, tenía que haber meado antes de entrar!

De eso hacía ya una semana. Muchas cosas habían pasado por su cabeza desde entonces. La cara de horror de su novia (ahora exnovia) al explicarle su brillante plan, la incredulidad de sus amigos… estas loco?!  Le decían… no lo conseguirás! Le espetaban… no sabían con quién estaban hablando. Lo reconocía, quizás una esterilla del Decatlón le habría venido bien y puede que visionarse  la peli de Buried 10 veces seguidas no le hubiese servido de mucho. Normal, ni él era linterna verde ni se había follado en su vida nada parecido a Scarlett Johanson, quizás por las tetas aquella Lady Boy del viaje a Thailandia con los chicos, vale sí, tenía pene, pero joder que boobs… worth it!

El día uno se le agotó la batería del móvil… damned! Sabía que jugar al Angrybirds para pasar el rato no era una buena idea, pero claro es tan adictivo, con su colores vivos y sus cerditos losers, como decir que no! El día dos ya se había quedado sin provisiones ni víveres, siempre había tenido un problema de autocontrol, no era gula es que tenía un problema de tiroides o algo así, lo había leído por internet una vez. Empezó a tirar de cucarachas, por suerte para él la ejecución de su caja de reclutamiento tenía algunas grietas de seguridad y la improvisada comida venía a él atraído por el olor de la bolsa de Doritos. La peor fue la primera, recuerda Thomas “viscoso pero sabroso” un suricato y un jabalí animados no pueden estar equivocados, “viscoso pero sabroso”… la undécima lo disfrutó, echó en falta un poco de sal si acaso. La lluvia filtrada le hizo las veces de agua… piensa que lo que cruje son bolitas de pimienta en tu Gin-Tonic, se repetía, bolitas de pimienta en tu Gin-Tonic! Pero no lo eran.

El ecuador de su reclusión fue duro, calambres y goteras sospechosas tras oír los pasos de algún can sobre su cabeza amenizaban las horas muertas donde los fantasmas de su pasado le atenazaban. Visiones de su exnovia echándole bronca dirigiéndole sus últimas palabras… eres un patán Thomas, naciste patán y morirás patán, nunca llegaras a nada! Pero recordaba su objetivo y la felicidad plena que le invadió el día que tuvo la epifanía de aquel plan perfecto ante la absoluta seguridad de haber escuchado las palabras del mismísimo creador solucionándole todos sus problemas. La mejor solución siempre es la más simple Thomas, apunta… le susurró una silueta blanca con barba hipster recortada tras el destello de un haz de luz potentísima. Recordaba haberse despertado de golpe y con el sudor frio de la victoria empapándole la frente. Quien era el patán ahora ehhh? quién?!!!

Sediento, cuasi deshidratado, con todo el cuerpo dolorido y sin saber distinguir muy bien entre la realidad y los delirios de mujeres tersas hablando lengua Parsel y sedándole el pelo del pecho, escudriñó los ahogados sonidos que le llegaban desde lejos. Qué día era? Encendió la linternilla de emergencia que llevaba encima, buena idea lo de comprarla con dinamo, así evitó las tentaciones de jugar a hacer sombras chinescas en sus horas de espera y gastar la batería enseguida. Miró su casio moruno, sincronizado con el reloj atómico de Azerbaijan, las 21:17 del jueves 29, se sorprendió a sí mismo al darse cuenta de que era la hora H del día D, había pasado una semana! Su plan maestro estaba a punto de dar sus frutos! Era hora de recoger las mieles del éxito. Todas esas horas de incertidumbre ante la duda de si lo conseguiría, esos momentos down de flaqueza de fuerzas en los que pensaba que no iba a aguantar y solo una paja triste en la oscuridad mientras lloraba pudieron consolarle. Todo había valido la pena!

No hay solución Thomas, le dijeron… o pagas o nada, le soltaron… no hay otra forma, o pasas por el aro o no podrá ser… JA, JA y JA. Él se reía del establishment! Miraba a la cara a la muerte, escupía hacia arriba y meaba a la contra del viento. Ningún tipo con traje le iba a parar los pies. Él iba a estar ahí costase lo que costase. A mamarla nigromantes de lo cenizo! Ni el paro ni la crisis ni la España del monigote de Rajoy le iban a detener!

Esperó una hora a que el sol estuviese bajo y la noche ocultase su movimiento final, mientras, se preparaba con el outfit que había guardado celoso en una bolsa del Lidl para la ocasión, las circunstancias no le iban a impedir ir jodidamente a la última. Cambiarse de atuendo en esas circunstancias era difícil pues la caja apenas le permitía doblar las rodillas pero el espíritu de Andrea la de Quien quiere casarse con mi hijo tercera edición le mantuvo fuerte, si ella tiene derecho a la vida yo tengo derecho a ser pasto de los coolhunters. Preparaos paparazzis de la Playground, os voy a dar motivos para disparar, pensó. A todo esto el ruido se empezó a focalizar, oía pasos a su alrededor, risas, mujeres alborotadas y lo que le parecían carreras para un lado y para otro. Olía sexo, orín y cerveza. Olía tierra mojada, podredumbre y cañizal. Lo notaba en sus papilas gustativas, Policleans y jeans potorro flavor style. Había llegado la hora de salir. La hora de triunfar.

Thomas empujó la tapa de su autoconstruida “celda” no sin dificultad y salió al exterior llenándose las pintas de mamarracho de tierra y barro a su alrededor. Nada que un poco de jagger garganta abajo no pudiese limpiar de la retina. Pletórico cual zombie de Walking Dead que escapa de su tumba no pudo ahogar un grito al aire de “… si! Chúpate esa Gabi! 190 euros mis cojones, jajaja”. Se giró sobre sí mismo para orientarse en el mapa y una visión le hizo palidecer de golpe, tardó unos segundos en procesar la información…

… NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

 

 

(…)

 

 

 
… pobre Thomas, si te entierras vivo en el Fòrum una semana antes del Primavera Sound para colarte sin pagar, al menos asegúrate de que no van a remodelar el recinto y te planten un perímetro de vallas metálicas de seguridad dejándote fuera!... Patán!!!

 

 
;P

 

... 3 días y contando...

 

Chvrches/ The Mother We Share


 

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