martes, 12 de junio de 2012

Sabandija ponzoñera



Cuando dos hechos colapsan en uno es una señal divina de dios (de quien si no) que te empuja a actuar, no por ti, claro está, por el bien de toda la humanidad.

Y esto es lo que a mí me ha pasado. Por un lado hace poco me enteré que había visto la luz del día un libro que trazaba el mapa diarreico de esta mi bella ciudad, Barcelona. Una guía inmaculada y nerd de los lavabos de la Ciudad Condal… Donde Cagar, Como Cagar, y Porque narices hacerlo. Ineludible muestra de literatura extrema que de inmediato atrapo a la enferma mente de un ser mal reprogramado como el que suscribe. Una muestra más junto al inenarrable  “Libro de las pollas grandes” (ojo este ejemplar existe, y ahora en versión 3D…) de cuan retorcido puede llegar a ser el lúgubre y estupefaciente imaginario del literato medio. La clase de libro capaz de arrancar un ecs a cualquier colegiala de pro es la clase de libro que exijo en mi estantería y en la de mis púberes e inexistentes infantes. Y este parecía tenerlo todo consigo.

Por otro lado, en estos días de resaca post-Primaveríl unos escritos hallados en las profundidades difusas y prófugas de la red de redes han brillado con luz propia bajo mi retina tintinenate de tanta luz estroboscópica habida en sus espaldas (si es que una retina puede llegar a tener espalda…). Estos manuscritos impresos en piel de borrego virtual no son más que los anti-hipsterianos blogs de “Modernos de Mierda”, líneas que me han arrancado la risión en estos días de desasosiego vilipendioso y currantil. Eme aquí un ejemplo.


Volviendo de nuevo al libro de mierda de marras (una clase específica de mierda muy pura), me acerque el otro día a la catedral del cromosoma Y, esto es, el Fnac (lugar donde ir a expiar los pecados en momentos de bajeza moral  y/o/u pérdida del sentido de la vida) y mis manos me guiaron solas ante tal ejemplar del 7º arte, bueno realmente no sé si es el 7º, el 3º o el 5º… que se yo, arte al fin y al cabo. La cosa es que después de ver la cara de la dependienta al responderle “Barcelona es una mierda” a su pregunta de… puedo ayudarle en algo? el viaje a tan mágico lugar ya valió la pena. No contento con esas ojeé la ruta pestilente de la nombrada biblia arrancándome una sonrisa de la cara al ver, no sin lagrimilla mediante, los tan reconocibles lavabos de mi oh! amado Razz. El libro era el mapa del tesoro escondido del Indie perdido, aquel que narran los escritos apocrífos hayados bajo una baldosa falsa en pleno corazón de la Plaza Real.

A pesar de todo aquella tarde el libro se quedo en su santuario. Vaya usted a saber por qué.

Posteriormente he seguido enganchado al panfleto anti-hipsteriano del recién descubierto, para mis paganos ojos, rincón del hype efímero Playground.com (gracias Cris por tu descubrimiento en el Primavera…). Cual ha sido hoy mi grappa sorpresa de 60 grados cuando he visto que el autor de susodicho rincón viral de la apología a la politoxicomanía mas efusiva y fervil con aires festeretes no es, ni más ni menos, que la misma sanguijuela vil que se ha atrevido a trazar un mapa de las cajas fuertes para heces condales, allá donde las nalgas anónimas y los borrachos se abrazan por igual, sin distinción de razas ni tropezones.

Y como ser mundano y gris que soy he acabado cayendo ante tal hallazgo feliz, pues para lectura de enamorados que se aman y reaman más que nada en el mundo ya habrá otras vidas más aburridas que esta por gastar. A mi dame bilis amarga y amarilla y llámame tonto, que para ser normal ya están los demás.


Oscar Broc, sabandija ponzoñera, rey hipster anti-hipsters, lector en braille de retretes ajenos… allá vamos.








Foster the People/ Pumped Up Kicks (Butch Clancy Remix)




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