Vivan
los calzoncillos Calvin Klein!!! Que haríamos si Calvin Klein no hubiese
decidido convertirnos de monos con ropa a fieros y cools urbanitas irreverentes
con la sociedad que nos ha tocado vivir y no nos entiende…
Porque
claro, una cosa es llevar un cacho de tela entre las piernas para que nuestras
partes del mear estén comodas y no les salgan sarpullidos con los sudorosos
tejanos, ni se rocen con la siempre peligrosa cremallera, y otra muy distinta
llevar unos Calvin Klein, que su propia palabra lo dice… Caaalllvvvinnnn
Klleeeeeeeeeeein, que es como si dios te estuviese acariciando la colita o el
potorro gold durante tooooodo el día con sus manos divinas.
Por
no hablar de lo bien posicionado que te coloca esa goma elástica sobresaliendo
por encima del pantalón entre tus hermanos homínidos, a no ser que tu
incipiente barriga de cerdo ponzoñero la de de sí, que entonces mereces morir
por el peor de los tifus malarios que Gargamel pueda cocinar en su laboratorio
secreto.
El
caso es que hoy en la sección de “Gente a la que debemos la vida!!!” en Cominosworld
damos las gracias a Calvin Klein y lo posicionamos en el puesto número 3 en nuestro
rankin de personas mas importantes del mundo mundial que han cambiado nuestra
vida para bien, justo delante del negro que hacia voces en “Loca academia de
policía” y detrás del manager de Jim Carrey.
Unos
calzoncillos que valen todos y cada uno de los dólares (*)que cuestan!!! Esta
actualización va dedicada a ellos…
… a ellos
y a mis padres… esos Snobs!!!
(*)
Puede sustituir la palabra dólares por: “cientos de horas extras de mi padre en
la mina”, “trabajillos extras de mama como escort de semilujo” o “dinerillo que
me saco dejando que el Señor Smith de mantenimiento me mire mientras meo”…
PD: …
dato curioso... el autor de este blog una vez fue a una fiesta de fin de año
donde a la entrada te daban una cartulina con un nombre para buscar a tu pareja
creando así un divertido juego de tensión sexual. A nuestro pequeño amigo le
tocó Calvin, así que después de toda la noche buscando sin suerte por la fiesta
decidió preguntarle a la chica mas guapa de todo el lugar si había visto a
Klein. La chica, en cuya cartulina ponía Hobbes, sorprendida
le dijo que no… y años después el protagonista de esta historia se dio cuenta
de que es imbécil. Fin.
The
Smiths/ There is a light that never goes out
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