Rock
Werchter. Las dos palabras que retumban en mi lóbulo occipital inferior (en el
caso de que esto exista) desde hace días con fuerza y ahínco, como una especie
de aspirina gigante y efervescente que a cada rebote deja cosquilleos de fragor
festívero en todos y cada uno de los flancos de mi denostado músculo de pensar.
Horadando cual topo con guindilla en el culo, a todas horas de estos turbios e
infinitos días de calor ondeante bajo el crudo, en cualquier momento y en
cualquier lugar.
Que
mi jefe me habla?… en mi interior oigo voces que me susurran: ir en
calzoncillos blancos modelo slip (nada de boxer ni polladas gáyeres…), marcando
barriga cervecera hasta tensar la piel y hacerme daño, con una botella de
Bourbon en una mano y una escopeta de caza en la otra, será ilegal en Bélgica?
Que
mi vecina la del quinto me pregunta a que piso voy mientras una gota de sudor
tibio y malicioso se le resbala lentamente por el canalillo mirándome como
diciendo, ahí te quedas pringao con tu sistema nervioso y tus pulgares
prensiles que yo me voy al valle encantado de Piecito!!!?... Inmediatamente el
golpe de ariete que pega mi sangre al viajar del cortex cerebral a la huevada
no solo me tira hacia abajo varios centímetros sino que me traslada cual Desmond
Hume en el capitulo “La Constante” a una llanura espectral llena de jamelgas de
pura cepa y sin domesticar, cabalgando libres y ternescas con las crines al
viento mientras apartan con las manos elefantes de colores que solo ellas ven.
Carne magra lacerada al sol, descalzas, con un collar de flores en la cabeza,
un vaso de cubata atado con celo a una mano y dedos meñiques con cara y ojos de
un Mickey Mouse lisérgico y todo poderoso en la otra. Y como guinda al pastel,
shorts tan cortos y raidos que parece que están siendo devorados por la trufa
dorada que intentan en vano ocultar.
Que
llevo tres minutos esperando a que el correo de mi ordenador acabe de descargar
todo el spam de” enlargue your pennis” que mil millones de Gygabytes binarios
pueden ocupar, mientras por la ventana veo a una mujer derretírsele la piel
bajo el fuego estival y seguir caminando tan tranquilamente con el esqueleto al
viento a la vez que se enciende un ducados?… pues de repente un vahído mental
me teletransporta a tierra de nadie Belga donde la gente es feliz, todos se dan
la mano haciendo rotllanas y cantando y bailando descalzos sobre un césped
verde Gustavo, hay un arco iris de fondo, salen conejitos montados en mariposas
y no existen los abogados, el tiempo se cuenta por flaxes del día anterior y
los más curiosos especímenes emergen de las profundidades del averno,
Mephistopheles juega a la comba con Pikachu, Flamencos con monóculo y bombín toman el té de las tres, Lisergia y Estibaliz entonan
bellos canticos desde un puesto de falafel convertido en altar, Epi(fanias) y
Blas(femias) miran horrorizados el cuadro desde sus camas voladoras, y Buda corre desnudo tras Javier Coronado
para que le devuelva su túnica. No habrá paz para los drogados.
Y
aleteo los parpados, y recupero la noción de la realidad, y me veo tendido en
el suelo con una botella de leche derramada desde la estantería del Caprabo
goteándome en la sesera rodeado de lo que para mi parecen cientos de señoras de
mediana edad asustadas y con la mano en su taser a pilas que llevan en el bolso
al ver a un “jonki”, como dicen ellas, tirado en la sección de los lácteos.
Esta narcolepsia de festerete empedernido va a poder conmigo, este mono de a la
mierda y por la mierda cada vez me llega en púlsares más cortos. Cada vez oigo
los latidos de mi corazón más fuertes y el sermón del pater mas aletargado
desde el último asiento de la iglesia. La Batseñal aparece en mis pupilas. Como
diría chiquito, no puedo más, I can’t no more…
Pero
todo esto se acabo, volvemos a la
Isla … Kate, nunca debimos salir de allí!!! Ha expirado la
orden de alejamiento de 4 años y ya podemos volver. Y volveremos, y moriremos,
y cabalgaremos por las lunas de Orion hasta el infinito y mas allá, y lloverán
biblias fosforitas escritas en lenguas muertas de abajo hacia arriba, y nacerán
del suelo magdalenas con bigote que fuman en pipa, y todo y nada de una vez por
todas volverá a no tener puto sentido!!!
Mirada
a lo alto, mano en la frente, saludo marcial a un mástil sin bandera, Bob
esponja ondeando en los cielos, lagrimilla que resbala y el recuerdo de una
cacerola en nuestros corazones.
Rock
Werchter, que hermoso eres!!!
Bloc
Party/ Like eating glass
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